miércoles, 9 de abril de 2008

LA OSA MAYOR Y LA ESTRELLA POLAR



Nombre Latino Ursa Minor
Abreviatura UMi
Genitivo Ursae Minoris
Simbología La Osa pequeña
Ascensión Recta 15 h
Declinación 70'8°
Área 256456 grados cuadrados
Rango 56

Número de estrellas
(magnitud < 3)
2
Estrella más brillante Polaris
(magnitud ap. 2.02)

Lluvia de meteoros Ursids

Constelaciones
colindantes
Draco
Camelopardalis
Cepheus

Visible en latitudes entre +90° y −10°
Mejor visibilidad a 21:00 (9 p.m.) durante el mes de Junio



La Osa Menor (en latín Ursa Minor) es una de las constelaciones más conocidas del hemisferio norte. Consta de siete estrellas con la forma de carro; cuatro de ellas formarían lo que es la parte honda del carro y las otras tres serían lo que es el mango del carro.

El elemento más conocido de la Osa Menor es la estrella Polar, la cual se encuentra situada en la prolongación del eje de la tierra, de modo que permanece fija en el cielo y señala el Polo Norte geográfico, por lo que ha sido empleado por navegantes como punto de referencia en sus travesías. Aparte de la estrella Polar, la Osa Menor carece de elementos de interés para el aficionado a la astronomía.

Dada su ubicación, la Osa Menor sólo se puede ver en el hemisferio norte, pero a cambio, en dicho hemisferio se ve todo el año. Junto con su compañera la Osa Mayor, es uno de los elementos más característicos del firmamento del hemisferio norte.

En la mitología griega, hay varias versiones sobre el origen de la Osa Menor. En una de ella sería Fénice, transformada en osa por Artemisa tras haber sido seducida por Zeus. Este relato es muy similar al de Calisto, que fue catasterizada en la Osa Mayor y por ello algunos autores creen que originalmente debió haber un relato con dos catasterismos de un mismo personaje (Zeus habría convertido a Calisto en la Osa Mayor y posteriormente Artemisa la habría convertido en la Osa Menor).

En otra versión se dice que se trataba de Cinosura, nodriza de Zeus y ninfa del Monte Ida.

Cuenta la leyenda que el gran dios Zeus cayó prendido por los encantos de una ninfa, Calisto, seguidora de Artemisa, a la que cortejó hasta conseguir seducirla. Calisto quedó embarazada de Zeus y dio a luz a un niño llamado Arcas. Hera, esposa de Zeus, enterada de la nueva infidelidad de su marido, se vengó convirtiendo a Calisto en una osa, la osa mayor. Otras versiones aseguran que fue Zeus el que la transformó en osa para defenderla de la ira de Hera o incluso Artemisa como castigo por romper su voto de castidad.

Años después, estando Arcas cazando, se encontró con la osa, a la que se dispuso a abatir. Zeus, sabiendo que se trataban de madre e hijo quiso evitar el parricidio, por lo que convirtió a Arcas en una cría de oso, la osa menor. Desde entonces están en la bóveda celeste, la osa mayor eternamente girando alrededor de la osa menor, en actitud protectora hacia su cría.

Pero no acaba ahí la leyenda. Hera, enfadada por el trato de Zeus hacia las osas otorgándoles la inmortalidad, se sumergió en el mar y pidió a Thethys y Océanos que esos osos nunca pudieran tocar el agua. Por ese motivo, ambas constelaciones nunca se ponen tras el horizonte, nunca tocan el océano, permaneciendo eternamente a la vista, por lo menos a la latitud en la que se encuentra Grecia.

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